Los cannabinoides se han utilizado con éxito para aliviar los síntomas de algunas afecciones específicas, como la reducción de la espasticidad, el dolor crónico, convulsiones provocadas por epilepsias, en el tratamiento de náuseas y vómitos debidos a la quimioterapia, y también como estimulante del apetito en personas que viven con cáncer o infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).

Se están desarrollando investigaciones y ya hay evidencia clínica importante en relación a el positivo efecto, principalmente el CBD, en indicaciones como la ansiedad y trastornos del sueño, además de nuevas áreas de acción como la recuperación muscular para deportistas. El CBD no es considerado doping por la WADA (World Antidoping Association).